Un estudio ha encontrado relación entre Ozempic y la ceguera: es un efecto adverso extremadamente raro

Ozempic se ha convertido en un éxito de ventas. El fármaco antidiabético reconvertido en tratamiento para perder peso es hoy uno de los medicamentos más conocidos en el mundo. El éxito ha venido de la mano de un férreo escrutinio, lo que también implica que poco a poco encontramos nuevos posibles efectos adversos.

Nuevo estudio. Un equipo liderado por investigadores de la escuela de medicinad e la Universidad de Harvard ha observado una relación entre el consumo de semaglutida (el compuesto activo en fármacos como Ozempic y Wegovy) y un tipo de ceguera conocida como NAION, una enfermedad capaz de causar ceguera en quienes la padecen.

NAION. El acrónimo hace referencia a la llamada neuropatía óptica isquémica anterior no arterítica. Las neuropatías ópticas isquémicas anteriores son causadas por el infarto de la cabeza del nervio óptico, es decir, la sangre no alcanza a esta región ocular y se produce una pérdida de visión, típicamente rápida pero indolora.

Se trata de una enfermedad desconocida, quizás por su poca frecuencia. Según explican los responsables del nuevo estudio, su prevalencia en la población general es de 10 casos por cada 100.000 habitantes.

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Pocos casos. Precisamente esa rareza es la que hace al equipo responsable del estudio ser cauto en la interpretación de sus resultados. El estudio indica que el riesgo de padecer NAION es más alto entre las personas que toman semaglutida, al menos en determinadas circunstancias.

El estudio se realizó en personas que padecían diabetes y recibían semaglutida como tratamiento. El equipo detectó que la probabilidad de desarrollar la enfermedad era cuatro veces más alta en este grupo que en el de control. Aun así, en total solo se detectaron unas pocas decenas de casos entre más de 16.800 participantes.

Correlación sí, ¿y causa? El estudio revela pocos detalles sobre la relación causal entre estas dos variables correlacionadas. Vamos, que no se puede afirmar que la semaglutida sea la causa de NAION.

Esta relación no implica un riesgo inasumible. Sin embargo, como explica Joseph Rizzo, quien lideraba el equipo responsable del estudio, “las discusiones entre paciente y su médico deberían incluir NAION como riesgo potencial”, teniendo en cuenta, eso sí, que se trata de “un trastorno relativamente infrecuente”.

De lo anecdótico a lo científico. Rizzo añade que la llegada en el plazo de una semana de tres pacientes con NAION al hospital en el que trabajaba, los tres en tratamiento con Ozempic, fue lo que desató su curiosidad. Un caso así podría haber sido simple fruto de la casualidad, pero el equipo decidió ponerse manos a la obra e investigar.

El estudio abarcó seis años y cerca de 17.000 participantes, entre los que se contaban 710 en tretamiento por diabetes de tipo 2 y 979 en tratamiento por sobrepeso u obesidad. Los detalles del análisis fueron publicados en un artículo en la revista JAMA Ophthalmology.

El estudio se centra en los fármacos basados en la semaglutida, como Ozempic o Wegovy, pero deja fuera otros análogos como el recién llegado a España Mounjaro, basado en la tirzepatida.

Ozempic y la vista. NAION no es el único problema de visión con el que se ha vinculado a Ozempic. En el mismo prospecto del fármaco encontramos que, entre sus reacciones adversas más graves y frecuentes está la enfermedad ocular diabética o retinopatía diabética.

Los cambios en los niveles de azúcar en sangre pueden afectar a la vista, incluso una mejora de estos puede generar un emperoramiento temporal de la enfermedad ocular diabética, por lo que se recomienda a quienes la padezcan la consulta con el médico antes del tratamiento.

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Imagen | Chemist4U / Mark Arron Smith

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Pablo Martínez-Juarez

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