TERRA 95.5 FM Las Terrenas | República Dominicana
El planeta está cada vez más caliente. El cambio climático está consiguiendo que cada vez estemos más cerca de superar la línea de los 1,5º marcada hace unos años. Al margen de las variaciones de temperatura extremas de algunas zonas, eso significa que hay otras en las que las olas de calor son cada vez más frecuentes y la temperatura media es más elevada. Es por eso que urge un cambio en la construcción para hacer que los edificios sean más verdes y eficientes.
Y en esa búsqueda por reducir el uso del aire acondicionado, entran en juego técnicas milenarias para recurrir la temperatura del interior. Un estudio de arquitectura de Nueva Deli tiene una alternativa: una colmena de abejas hecha de arcilla capaz de reducir la temperatura en hasta 15 grados.
La tecnología del botijo. Lo cierto es que el ‘invento’ de ese estudio no es mérito de ellos y se basa en tecnología que tiene cientos o miles de años. Las construcciones con arcilla o terracota han sido muy utilizadas en varias partes del mundo y los egipcios ya tenían un aire acondicionado primitivo: llenaban un recipiente de barro con agua y lo abanicaban para obtener aire más fresco.
Esto es debido a las propiedades del material que, si alguna vez has disfrutado de beber agua de un botijo, conocerás. Por si no sabes de qué se trata, un botijo es un recipiente con una abertura por la que se introduce agua y un pitorro del que se bebe. Está hecho de barro cocido poroso y esto es esencial para que funcione y enfríe el agua del interior.
¿Cómo lo hace? Lo cierto es que es muy sencillo: el agua del interior se va filtrando a los poros, que por contraste con el exterior, se evapora. Esa agua que se evapora se lleva parte de la energía térmica del agua, por lo que el agua restante en el interior se mantiene a una temperatura mucho más fresca. Puede que en tu tierra no haya botijos, pero seguramente habrá un dispositivo similar. En el caso de India, son unas vasijas de barro llamadas matka.
Una colmena de terracota. Fijándose en ese funcionamiento de un matka, el arquitecto indio Monish Siripurapu se preguntó si podrían extrapolarlo a algo para conseguir enfriar una habitación. Como podemos leer en BBC, uno de los clientes de su estudio era un fabricante de productos electrónicos que tenía un generador diesen instalado entre su fábrica y el edificio de al lado. El calor generado era tan intenso que resultaba insoportable.
Así, a Siripurapu se le ocurrió invertir la tecnología del botijo. Bueno, del matka. Por tanto, en lugar de enfriar algo contenido en el interior de una estructura, el sistema utilizaría el agua para enfriar el aire alrededor del mismo. Fue así como se puso a experimentar y llegó a un diseño final bautizado como Beehive que consta de entre 800 y 900 cilindros de arcilla organizados como si fuera un panal dentro de un marco de acero inoxidable.
Casi 15º menos. Tras probar varios tipos de estructura, llegaron a la conclusión de que ese diseño en forma de panal era el más óptimo y capaz de hacer que la temperatura en espacios tanto interiores como exteriores caiga por encima de los seis grados. De hecho, el estudio afirma que, en ciertas condiciones, puede hacer que la temperatura del aire que sale por la estructura sea de 14 grados menos.
Esto es debido a que la arcilla tiene una carga negativa que atrae el agua tanto en fase de vapor como en fase líquida. Entonces, el aire caliente entra a través de los cilindros y sale por el otro extremo a una temperatura inferior. El estudio pone un ejemplo de aplicación por el que el aire entraba en la instalación a una velocidad de 10 metros por segundo a una temperatura de unos 50 grados. La temperatura ambiental en el exterior era de 42º.
Tras pasar por la estructura, el aire salía a una velocidad de 4 m/s y a una temperatura de 36º.
Agua constante. Para maximizar los resultados, las mentes tras el diseño afirman que el agua debe caer constantemente sobre la estructura. Plantean que es una solución más rentable y respetuosa con el medio ambiente que los aires acondicionados debido a que se utiliza agua reciclada, sobrante de edificios y factorías y la única fuente de electricidad involucrada en el proceso es una bomba de agua.
El agua va circulando y bombeándose una y otra vez cuando la instalación está en uso y el tanque se puede recargar mensualmente. Ahora bien, habrá que ver cuál es la cantidad de agua que se evapora, porque eso puede acelerar los tiempos de esa recarga periódica.
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Tecnología antigua, ¿nuevas soluciones? Y, al final, lo que está proponiendo este estudio es algo que se puede usar como obra de arte, como aire acondicionado y con materiales respetuosos con el medio ambiente, ya que la arcilla puede volver a la tierra sin problemas. Como decíamos hace unas líneas, no es una tecnología nueva, pero esta implementación rescata esa tecnología milenaria para ayudarnos con un problema actual.
De hecho, el propio botijo se está reinventando como sistema de aire acondicionado y, yéndonos a otro tipo de ventilación para interiores, los persas ya tenían algo llamado cazadores de aire para aprovechar las corrientes de aire y las aguas subterráneas para crear diferencias de hasta 16º entre la temperatura interior y exterior.
Y, como la tecnología de los botijos, esos cazadores de aire se están aplicando en nuevas construcciones.
Imágenes | Ant Studio, Lourdes Cardenal
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La noticia
Tejas recicladas para crear edificios que respiran: la tecnología india para enfriar sin aire acondicionado
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alejandro Alcolea
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Escrito por Redacción Terra FM
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