Quién es Lip-Bu Tan, el nuevo CEO de Intel: un cambio radical respecto a su predecesor que apunta a más despidos

A Lip-Bu Tan un accidente nuclear le cambió la vida. Fue un alumno prodigioso, y tras licenciarse en Física con tan solo 19 años en la Universidad Nanyang de Singapur, completó un máster en ingeniería nuclear en el MIT. Ese parecía ser su camino, pero en 1979 el accidente de la isla Three Mile provocó una oleada de pesimismo sobre el futuro de estas centrales y, en consecuencia, de las ofertas de empleo.

Así que Tan acabó cursando un máster en administración de empresas en la Universidad de San Francisco. Y a partir de ahí comenzaron sus éxitos. Creó un fondo de capital riesgo llamado Walden y se centró en la industria de los semiconductores y las energías alternativas.

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Entre sus inversiones en el sector de los semiconductores destaca la que hizo por ejemplo en Annapurna Labs, que acabó siendo comprada por Amazon y se convirtió en pilar fundamental del desarrollo de chips usados por este gigante en su infraestructura. También invirtió en Nuvia, que acabaría siendo comprada por Qualcomm en 2021.

Además de su papel como inversor, en 2004 fue nombrado miembro del consejo de la empresa de semiconductores Cadence Design Systems. En 2008 le nombraron co-CEO, y acabó liderando la empresa él solo desde 2009 hasta 2021. Durante su gestión las acciones de Cadence crecieron un 3.200% de valor, y se convirtió por ejemplo en uno de los socios estratégicos de Apple.

Esa exitosa gestión hizo que Tan se convirtiera en un fichaje habitual en consejos de administración. Además de participar en el de varias instituciones académicas, Tan dirige los consejos de Hewlett Packard Enterprise, Schneider Electric y, aun más interesante, Softbank.

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Pero incluso más llamativo que su cargo en Softbank es el que tuvo en Intel: desde 2022 hasta 2024 fue miembro del consejo de administración de esta empresa. Dejó su puesto en agosto de 2024, y curiosamente lo hizo por sus diferencias con la gestión de Pat Gelsinger, el entonces CEO de la empresa.

Según Reuters, esa se debió a varias razones. Por ejemplo, estaba preocupado por el cada vez mayor número de empleados de Intel y también por una cultura en la que la burocracia y la aversión al riesgo estaban demasiado asentadas. También tenía dudas sobre su estrategia en materia de inteligencia artificial, y no logró impulsar una iniciativa para que Intel consiguiera contratos de fabricación de terceras partes.

Todos esos conflictos dejan claro lo que Tan —que tiene 65 años— probablemente plantee para el futuro inmediato de Intel. Analistas como Patrick Moorhead creen que el nuevo CEO realizará importantes recortes de gastos, y eso probablemente signifique una cosa: despidos.

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La cuestión es si además Tan impulsará la división de Intel para que la unidad de fabricación (foundry) se separe de la diseño y desarrollo de procesadores. Es lo mismo que AMD hizo en 2009 y le fue bien, y son muchos los expertos que han recomendado que esa escisión se lleve a cabo.

También está la incógnita de cómo logrará Intel convertirse también en un referente en el segmento de los chips para IA. Tienen desde luego productos prometedores, como Gaudi 3, pero necesitan convertirlas en un elemento que los gigantes de la IA abracen, algo que de momento no parece que esté pasando.

El propio Tan escribía ayer un mensaje a todos los empleados, y un mensaje era claro: «Intel será una empresa centrada en la ingeniería«. No daba claves sobre los pasos que dará a corto plazo, pero sus supuestas diferencias pasadas con Pat Gelsinger parecen dejar claro que su gestión será distinta a la que planteó el exCEO.

Tan tiene una ventaja inicial importante para empezar con buen pie: todo el mundo lo conoce. Tanto dentro de Intel como fuera. Sus potenciales clientes en la compañía también, sobre todo porque probablemente han hecho negocios con él mientras estaba en el consejo de Intel o mientras fue CEO de Cadence, que trabajó con numerosas firmas de tecnología y semiconductores. 

Mantiene buenas relaciones con Lisa Su de AMD y con Jensen Huang, de NVIDIA, aseguran en Reuters. Ahora queda por ver si todas esos contactos y experiencia logran que Intel supere la mayor crisis de su historia.

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por
Javier Pastor

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