Ni bicarbonato de sodio ni vinagre, cómo desatascar las tuberías del baño con solo un ingrediente de cocina

Las tuberías del baño suelen convertirse en un foco de problemas frecuentes: restos de cabello, jabón o cal se acumulan poco a poco hasta bloquear el desagüe. Aunque la reacción inmediata suele ser buscar un químico industrial, existe un truco casero con un solo ingrediente que todos tenemos en la despensa: la sal.

La sal de cocina no es solo un condimento indispensable, también puede convertirse en una solución rápida y barata para liberar las tuberías obstruidas. Su textura y capacidad de descomposición ayudan a arrastrar la suciedad acumulada, mientras que combinada con agua hirviendo actúa de forma similar a un limpiador químico.

Dosificar con generosidad

El procedimiento es tan simple que apenas requiere materiales. Basta con colocar entre cinco y siete cucharadas generosas de sal directamente en el desagüe afectado. En ese momento, conviene asegurarse de que no entre agua ni otros líquidos, ya que el reposo es parte esencial del truco.

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Ese primer paso debe dejarse reposar alrededor de treinta minutos. Durante ese tiempo, la sal empieza a penetrar lentamente en las zonas obstruidas, absorbiendo humedad y debilitando los restos que provocan el atasco. Esta pausa es crucial para que el método funcione correctamente.

Pasado ese tiempo, llega el momento de la acción más contundente: verter dos litros de agua hirviendo sobre la sal. El calor extremo ayuda a deshacer grasas y residuos de jabón, mientras que la presión del líquido arrastra la mezcla hacia el interior de la tubería, liberando la obstrucción.

Después de dejar actuar otros diez minutos, es recomendable comprobar si el agua fluye con normalidad. Si la situación no mejora de inmediato, el proceso puede repetirse sin temor, ya que la sal y el agua no dañan las superficies ni generan reacciones químicas agresivas. Esta repetición segura suele ser suficiente para eliminar los atascos más rebeldes.

Además de su eficacia, este método ofrece otra ventaja evidente: neutraliza los malos olores. Muchas veces, los atascos arrastran consigo un hedor difícil de soportar, pero la sal, gracias a su capacidad de absorción, ayuda a reducir la acumulación fétida en el desagüe.

Mantenimiento preventivo

Eso sí, conviene recordar que este truco casero es una solución de emergencia. Para evitar que las obstrucciones se repitan, lo ideal es un mantenimiento preventivo: colocar filtros en los desagües, evitar tirar restos de comida y limpiar con cierta frecuencia usando agua muy caliente y un poco de sal como rutina.

La sal demuestra que no todo requiere un producto especializado ni un gasto innecesario. Con este remedio de tres pasos —sal, reposo y agua hirviendo— es posible devolver la fluidez al desagüe y disfrutar de un baño sin atascos ni malos olores. Un recurso casero efectivo que demuestra que, a veces, lo más simple es lo que mejor funciona.

Foto | Arina Krasnikova

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La noticia

Ni bicarbonato de sodio ni vinagre, cómo desatascar las tuberías del baño con solo un ingrediente de cocina

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Joana Costa

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