La maldición del Alpha Nero: los habitantes de Antigua ya no sabían cómo zafarse de este superyate que casi les arruina

Cuando Rusia comenzó su ofensiva bélica contra Ucrania, el bloque de Estados Unidos y Europa instauraron medidas de bloqueo contra capitales e intereses rusos en el extranjero. Los oligarcas rusos, que habían hecho fortuna bajo la larga sombra de Vladimir Putin vieron como sus mansiones y superyates atracados en puertos de todo el mundo quedaban embargados por la autoridades a la espera de ser subastados para cubrir los costes de la guerra en Ucrania.

Uno de estos yates embargados fue el Alpha Nero, que se ha convertido en una auténtica pesadilla para las autoridades de Antigua y Barbuda por el alto coste de su mantenimiento y las trabas legales que su anterior propietario ha puesto a su venta. Ahora, por fin, los habitantes de Antigua ven un poco de luz al final del negro túnel que ha supuesto el embargo de este superyate de lujo.

Creían que el Alpha Nero era una golosina de lujo…Cuando en mayo de 2022 las autoridades de Antigua embargaron el Alpha Nero a requerimiento de Estados Unidos, las autoridades de la pequeña isla caribeña de Antigua pensaban que habían conseguido un botín extraordinario. Su propietario, el multimillonario ruso Andrey Guryev no opinaba lo mismo.

Se trataba de una obra maestra de 81,3 metros de eslora y 14,2 de manga, cuatro cubiertas, piscina, un jacuzzi, un piano de cola en el salón, spa, gimnasio, un helipuerto y media docena de suites con capacidad para 12 invitados. El buque necesita casi una treintena de tripulantes para funcionar y su valor de mercado era de unos 120 millones de dólares.

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…pero era un caramelo envenenado. Las sucesivas demandas por la propiedad del Alpha Nero complicaron la subasta del superyate, en varias ocasiones. Uno de los pujadores fue el exCEO de Google Eric Schmidt, quien finalmente desistió y optó por comprar el Whisper.

Ese bloque provocó que el Alpha Nero no pudiera ser vendido, obligando a los contribuyentes de la isla de Antigua a hacerse cargo de su costoso mantenimiento. El superyate consumía 2.000 dólares de combustible solo para mantener el aire acondicionado en funcionamiento para evitar que el salitre y la humedad dañen los interiores en maderas nobles del yate. La factura mensual para los habitantes de Antigua por mantener el Alpha Nero amarrado a puerto es de unos 28.000 dólares semanales.

La pesadilla parece llegar a su fin. Pese a que el propietario sigue intentando boicotear todas las oportunidades de vender el yate, parece que el nuevo comprador del Alpha Nero sí podrá disfrutar de su nuevo yate. El secretario del gabinete que representa a Antigua, Lionel Hurst, declaró a Luxurylaunches que un comprador no revelado ya había pagado 40 millones de dólares por él y, salvo alguno flecos legales, todo indica que la venta se llevará a buen puerto.

Este representante también se mostró aliviado porque una de la prioridad para esos fondos obtenidos por su venta irán destinados a cubrir el enorme agujero que el superyate ha dejado en las arcas públicas. “El gabinete acordó que una inversión en un activo tangible servirá como un recordatorio de las inmensas dificultades que esta incautación y venta legal causó al pueblo y al gobierno de Antigua y Barbuda», aseguraba Hurst en declaraciones al medio local Caribbean Life.

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Rubén Andrés

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