TERRA 95.5 FM Las Terrenas | República Dominicana
Hace muchos años que vengo leyendo que en las casas del futuro, las cocinas desaparecerían por los cambios en los hábitos de vida. En 2019 ya decían que en 2030, las cocinas no existirían tal y como las conocemos hoy, ya que la nadie cocinaría: la mayor parte de la gente compraría platos preparados en tiendas y supermercados, o pediríamos comida en los restaurantes.
Y estamos ya en 2025, y de momento, las cocinas siguen ahí, donde siempre han estado. Ahora, ha sido el presidente de Mercadona, Juan Roig, quien ha vaticinado cual pitonisa gastronómica, que las cocinas desaparecerían dentro de 25 años. Así lo ha declarado en la rueda de prensa que ofrecido para dar a la prensa los resultados y la estrategia de la cadena de supermercados valenciana.
Durante la rueda de prensa, Juan Roig lo explicó bien claro: “Lo dije y lo mantengo: a mitad del siglo XXI no habrá cocinas. Espero vivirlo. Yo calculo que sí, porque quedan 25 años y yo quiero llegar a los 100 años”.
Redundando en la idea, el empresario valenciano señaló que «Cada vez la cocina tiene menos importancia en los hogares y en el ‘listo para comer’ ya ganamos dinero, y continúa creciendo».
Por eso, aunque Roig tiene claro que vender alimentos para que la gente cocine en casa sigue siendo el negocio principal, en el futuro este modelo no tendrá futuro. En ese sentido, Roig ha señalado que la sección de platos preparados de Mercadona «ya es rentable y continúa creciendo».
Pero si bien el negocio principal de un supermercado sigue siendo vender alimentos para que la gente cocine en casa, Roig tiene claro que este modelo no tiene futuro.
Nadie concibe en la actualidad una casa sin cocina. De hecho, este espacio recibe importantes inversiones en cualquier reforma para dotarla de diseño y de los últimos adelantos tecnológicos.
Pero aún así, son muchos los expertos que afirman que las cocinas desaparecerán de las casas dentro de unos años, ya que compraremos todo hecho en tiendas, en supermercados o en restaurantes. En ciudades como Nueva York, esto ya es una realidad. Basta con echar un vistazo a cualquier supermercado de Manhattan para ver que hay metros y metros cuadrados destinados a la comida preparada, de cualquier tipo y para todos los gustos. Envasada, y también en grandes mostradoras para servir al peso.
En España, todavía falta bastante para llegar a eso, pese al peso creciente que la comida preparada tiene en cadenas de supermercados, y a la evolución de las cocinas antiguas hacia estancias más pequeñas, e incluso integradas en el salón mediante las cocinas abiertas. Los hogares unipersonales, y la forma de vida de muchas personas, cuya prioridad no es cocinar, confirman esa tendencia.
A la posible desaparición de las cocinas de las viviendas con el fin de ganar metros, hay soluciones alternativas, como la de Anna Puigjaner, una arquitecta catalana becada en Harvard que aboga por los cocinas y comedores comunitarios en los edificios, un modelo que ya existe en lugares tan dispares como México, Perú o Japón.
Pero, ¿este modelo tendrían futuro en España? Realmente, creo que no. Sinceramente, a mi años, no me veo compartiendo una cocina con 20 vecinos más. Por higiene, y por intimidad. Si en pisos compartidos ya hay problemas muchas veces por dejar sucio el microondas, o por dejar la encimera llena de manchas, ¿os imagináis compartir cocina con desconocidos? Yo la verdad es que lo veo complicado.
Aún así, en uno de los ejemplos que propugna, el de tener una cocina comunitaria con un cocinero, un ejemplo que es perfecto para personas mayores que ya no les apetece cocinar, pero que les gusta comer bien, o que tienen necesidades especiales por temas de salud.
Para esta arquitecta, al tener un comedor comunal, se ahorra tiempo si no se tiene que ir a comprar y cocinar, y se puede comer mejor si entre los inquilinos se pactan menús saludables. Esa idea, como solución para cuando nos jubilemos, puede estar bien si está bien organizada. Pero hasta entonces, prefiero tener mi propia cocina, y comer lo que quiera y cuando quiera.
En definitiva, no creo que la cocina como tal desaparezca de las casas dentro de 25 años. Desde luego, existirán viviendas donde solo haya un pequeño frigorífico, un horno para calentar y un fregadero mini; un modelo de cocina que ya existe, y que es ideal para personas solas que viven en el centro de la ciudad, que están de alquiler, o que viajan mucho.
Pero las familias, sean de dos, o de más miembros, seguirán necesitando cocinas más o menos grandes donde cocinar, almacenar la comida y que sirva también de centro de nexo familiar donde reunirse, hacer los deberes o cenar. Las tendencias en interiorismo en este momento, y todos los avances que se están produciendo en diseño y en tecnología con inteligencia artificial, así lo señalan.
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La noticia
Juan Roig, dueño de Mercadona: “Lo dije y lo mantengo, a mitad del siglo XXI no habrá cocinas”
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por
Nacho Viñau Ena
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Escrito por Redacción Terra FM
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