Harto de la rutina, abandonó la ciudad para vivir en una pequeña casa en el bosque. Ahora, calcula que sobrevive con 700 euros al mes

Probablemente es algo en lo que más de uno hemos pensado alguna vez… Hace tres años, Anders Boisen dejó su trabajo en la ciudad para vivir en una pequeña casa en el bosque de Dinamarca. Como podéis imaginar este cambio drástico de estilo de vida fue impulsado por su deseo de liberarse de los estándares sociales y vivir la vida en sus propios términos.

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Al igual que muchos otros daneses, Boisen fue a la universidad, donde se licenció en Inglés y Comunicación Empresarial y obtuvo su máster. Después pasó un tiempo viviendo con la que entonces era su pareja en un apartamento de tres habitaciones en Aarhus, la segunda ciudad más grande de Dinamarca.

A Boisen le desilusionó la idea de tener que adaptarse a las expectativas sociales sobre cómo debería ser su vida y su trabajo. Después de separarse, mudarse y cambiar de trabajo varias veces,  consiguió un trabajo estable en el municipio local con horario de 9 am a 5 pm y un buen sueldo pero tampoco eso le llenó.

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Boisen pensó en la posibilidad de llevar una vida más sencilla. Existe, entre otras cosas, una especie de presión social para consumir, para dar la impresión de que nos va bien en la vida y eso no encajaba con sus valores o sus intereses medioambientales.

Así que durante la pandemia, dejó su trabajo para centrarse en la construcción de su pequeña casa.  Boisen anhelaba una vida sencilla donde pudiera estar rodeado de naturaleza y, en ese sentido, la pandemia le ayudó en cierto modo a tomar la decisión.

Así en 2020, Boisen renunció a su trabajo y desde entonces no parece haberse arrepentido de la decisión. En 2016, había conocido el movimiento de las minicasas a través de las redes sociales e inspirado por ese estilo de vida minimalista, vio la vida en minicasas como una forma de lograr la libertad económica y vivir de una manera más sostenible.

Construyó su cabaña en ocho meses con la ayuda de algunos amigos y un carpintero. Ahora la cabaña está situada en un terreno que compró por unos 22.000 euros, en la región de Aarhus, de unos 1.600 metros cuadrados y rodeado por un frondoso bosque y una pradera abierta.

La pequeña casa, donde Boisen vive actualmente con su perro, mide unos 14 metros cuadrados y no está conectada a la electricidad, la calefacción, el agua ni el sistema de alcantarillado. Depende de la energía solar, recoge agua de lluvia y corta leña para su estufa. 

Boisen también cultiva parte de su propia comida y obtiene ingresos principalmente a través de presentaciones sobre cómo vivir de ese modo. También imparte clases de construcción de casas pequeñas y hace vídeos para YouTube. Para complementar sus ingresos, también tiene un pequeño anexo en su propiedad que alquila en Airbnb. Boisen puede sobrevivir aproximadamente con unos 700 euros al mes, gran parte del dinero que ingresa vuelve a la propiedad, ya que siempre está tratando de mejorar su infraestructura.

Más información y fotos | andersboisen.dk en Instagram

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Raquel

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