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‘Eternity’ da un giro mortal a las comedias románticas. No explota todas sus posibilidades, pero deja espacio para reivindicar las películas de tres estrellas

today2 de diciembre de 2025

‘Eternity’ da un giro mortal a las comedias románticas. No explota todas sus posibilidades, pero deja espacio para reivindicar las películas de tres estrellas
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‘Eternity’ da un giro mortal a las comedias románticas. No explota todas sus posibilidades, pero deja espacio para reivindicar las películas de tres estrellas

‘Eternity’ da un giro mortal a las comedias románticas. No explota todas sus posibilidades, pero deja espacio para reivindicar las películas de tres estrellas

Durante años, las comedias románticas estuvieron prácticamente vetadas en Hollywood. El clásico chico-conoce-chica estuvo sobreexplotado en los 90 y los 00 y nos dio un buen puñado de clásicos del género, pero el público pareció cambiar la tendencia, dejar el romance para las series de televisión o cine en streaming y apartar la pantalla grande exclusivamente para los blockbusters. Sin embargo, en 2023, ‘Cualquiera menos tú’ demostró que el género no solo podía atraer seguidores al cine: además, podía ser de lo más rentable. Solo había que dar con la tecla correcta.

¡Hola! Todo va bien

Desde que Glen Powell y Sydney Sweeney lo revolucionaran todo hace dos años, Hollywood ha redescubierto el poder del presupuesto medio, ese que hace que los éxitos sean más grandes y los fracasos menos dolorosos. Solo así se explica que un pequeño milagro como ‘Eternity’ se haya podido llegar a estrenar. No me refiero a ella como «milagro» por su calidad excelsa, sino porque hace muy poco tiempo sería impensable ver en cines una historia de amor a tres bandas post-mortem tan cálidamente previsible y agradablemente entretenida como esta. No, no es algo malo.

La película no engaña a nadie: es un triángulo amoroso con dos amores entre los que una chica debe elegir, con el giro de que todos están muertos, en una especie de antesala a la eternidad con cierto toque a la burocracia en el Más Allá de ‘The good place’. No es un concepto tan sencillo de comprender por gran parte del público general, y ‘Eternity’ podría haberse equivocado introduciendo un buen puñado de reglas, mitología e intrahistoria, pero, en lugar de dar rienda suelta a sus ideas más locas y atrevidas, decide centrarse en contar bien su trama principal y dar tan solo unas pinceladas del mundo en el que se enmarca. Es lo suficientemente sencilla como para ser comprendida por el público general, pero también da ganas de ver un spin-off mucho más loco y atrevido, y sin por ello dejar a medias al espectador. Parece fácil, pero es una fórmula muy compleja de elaborar.

Por acertada que sea la idea, eso sí, el resultado final queda un poco desangelado: ‘Eternity’ brilla en la batería de gags con las diferentes eternidades posibles, los anuncios televisivos y la manera de trabajar en el más allá, pero precisamente es lo que menos parece interesar a su director, David Freyne. La película se centra totalmente en la resolución de este lío amoroso que, aunque hace además de irse por derroteros francamente interesantes, no se sale del esquema que cualquier espectador puede hacerse en la mente desde el primer acto. Al fin y al cabo, sí, es una comedia romántica, y todas ellas caen en una serie de tópicos por los que hay que pasar, pero, al mismo tiempo, es tan rompedora en su planteamiento que da rabia que no sea capaz de ir más allá.

Antes muerta que sencilla

‘Eternity’ no consigue combinar bien del todo los elementos para resultar al mismo tiempo romántica, cómica, emocional y extravagante. Lo intenta, desde luego, y se agradece que haya intentado ir más allá del tópico, pero tiene un problema de equilibrio y no hay ni carcajadas ni lágrimas: le falta atrevimiento y expandir su ambición un poco más. La materia prima está en pantalla, las ideas que el guion plantea son potentes y los actores (fantásticos Elizabeth Olsen, Miles Teller y Callum Turner) lo dan todo, pero nunca consigue pasar del mero entretenimiento. Y es una pena, porque tiene los mimbres.

Pese a sus problemas, eso sí, consigue ser adorable y construir a unos personajes fabulosos, comprensibles y tridimensionales con problemas y dilemas que van mucho más allá de un simple «¿A quién elijo?». Son imperfectos, patéticos a su manera, repletos de cinismo, egoísmo y malas maneras, y eso no solo los hace humanos, sino que consigue llevar ‘Eternity’ más allá de sus propios tópicos autoimpuestos. Y es que, una vez pasado el shock de su propuesta juguetona, lo que queda es una comedia romántica bien planteada, que cae constante y conscientemente en lugares comunes pero no se avergüenza por ello.

No importa lo poco que recaude ‘Eternity’ en todo el mundo (de momento lleva algo más de 5 millones de dólares), porque no le costará dar beneficios. Su bajo presupuesto se nota en cada una de sus decisiones creativas, que tiran de inteligencia y puesta en escena atrevida a falta de dinero con el que montar sus set pieces. Hay una versión de esta película que es una loca aventura en el multiverso de las distintas eternidades, y seguramente sería más divertida, pero también menos libre, emotiva y acertada. Porque, al final, no todas las películas tienen que ser obras maestras o terribles bodrios: hay que reivindicar el cine de tres estrellas y media, películas de siete tan agradables de ver y disfrutar como esta. Comedia romántica con giro y orgullo de género.

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La noticia

‘Eternity’ da un giro mortal a las comedias románticas. No explota todas sus posibilidades, pero deja espacio para reivindicar las películas de tres estrellas

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Espinof

por
Randy Meeks

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Escrito por Redacción Terra FM

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