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¿Te has preguntado alguna vez por qué tu lavadora ya no deja la ropa tan limpia como antes? ¿O por qué últimamente despide un olor extraño? La respuesta podría estar en uno de los componentes más olvidados pero cruciales de este electrodoméstico: el filtro. Este pequeño guardián de nuestra lavadora trabaja incansablemente en cada ciclo, atrapando pelusas, pelos, monedas olvidadas y hasta ese papel que se quedó en el bolsillo de unos vaqueros.
El filtro de la lavadora es como el riñón de nuestra casa: filtra todo lo que no debería circular por el sistema, pero si no lo cuidamos, puede colapsar y llevarse por delante toda la maquinaria. Los expertos de la Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU) lo tienen claro: mantener limpios el filtro y la goma e la lavadora no es solo una recomendación, es una necesidad. Estos dos componentes son como los puntos ciegos del mantenimiento de la lavadora, y mantenerlos limpios puede marcar la diferencia entre una máquina que funciona perfectamente y una que te da dolores de cabeza constantes.
Seguramente, tras leer esto, te preguntarás dónde está metido ese filtro que puede traernos disgustos a la hora de lavar la ropa. El filtro está situado en la parte inferior de la lavadora, normalmente está oculto por una tapa. Cuando abras esta tapa, te encontrarás con una pieza circular que se desenrosca.
Puedes hacerlo con la mano, o con la ayuda de una moneda. Al abrirla, ten mucho cuidado porque saldrá un poco de agua. Por eso, es importante colocar un barreño, o un recipiente plano debajo si está demasiado abajo. También puedes poner una toalla para que absorba el agua.
Una vez abierto, deberás retirar todos los objetos y restos visibles. Enjuagada debajo del grifo para que quede impecable. Además, puedes frotar con un cepillo de dietes para eliminar la suciedad que se ha quedado agarrada. Una vez limpio y seco, vuelve a colocar el filtro en su lugar y cierra la tapa. Así, tu lavadora estará lista para funcionar de nuevo.
La pregunta del millón es cada cuanto hay que limpiar estos filtros para que la lavadora funcione perfectamente. En este sentido, la OCU recomienda:
Tras limpiar el filtro, el otro punto donde hay que fijar la atención es la goma de la puerta. Esta junta de goma tiene la mala costumbre de mantenerse húmeda después de cada lavado, creando el ambiente perfecto para que proliferen moho y bacterias. Además, es un lugar en el que se acumulan pelusas, pelos y restos varios como monedas o pañuelos de papel que se han olvidado en los bolsillos del pantalón.
Para limpiarla bien, primero hay que retirar con la mano los restos de suciedad visibles, estirando bien la goma. A continuación, puedes frotar con una bayeta empapada en agua con lejía.
En este punto, es importante llegar a todos los pliegues y recovecos donde se puede esconder la suciedad. Si encuentras mucha acumulación, puedes dejar la bayeta un rato en el hueco para que la limpieza sea más efectiva.
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La noticia
Cómo puedo limpiar el filtro de la lavadora y cada cuánto hay que hacerlo
fue publicada originalmente en
Decoesfera
por
Nacho Viñau Ena
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Escrito por Redacción Terra FM
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